Seguridad en el trabajo: los riesgos psicosociales
Entre los diversos riesgos laborales, hay una categoría menos discutida: los riesgos psicosociales. Estos se refieren a aspectos relacionados con el ambiente laboral, su diseño y el entorno social que lo rodea.
Los factores de riesgo psicosocial son elementos y condiciones que pueden afectar la salud mental de los trabajadores, desencadenando trastornos como estrés, ansiedad, depresión o insomnio.
A nivel mundial, los factores psicosociales comenzaron a ganar protagonismo en las teorizaciones sobre salud laboral en la década de 1970, y desde entonces han despertado un creciente interés.
Es importante comprender que cualquier trabajador puede estar expuesto a estos riesgos, independientemente de su nivel jerárquico.
Los factores psicosociales en el trabajo pueden también convertirse en factores determinantes de los accidentes de trabajo.
Quizá la causa principal de que existan tantos accidentes de trabajo y tan graves es una limitada conciencia personal, social y empresarial de las pérdidas humanas y económicas que éstos suponen.
Entre los principales factores destacan la carga de trabajo excesiva, horarios nocturnos, poco tiempo para descansar, falta de reconocimiento o valoración, y situaciones de acoso o discriminación.
Las personas que tienen más nivel de responsabilidad suelen estar más expuestas al burnout, una forma profunda de agotamiento. Esto se debe a que no solo realizan tareas específicas, sino que también gestionan la visión general de la empresa, enfrentándose a múltiples carencias organizacionales.
La jerarquía juega un papel diferenciador en la exposición a riesgos psicosociales.
Los ejecutivos enfrentan problemas relacionados con cargas de trabajo, fechas límites y objetivos, mientras los mandos medios lidian con la conciliación entre el trabajo y la vida familiar. El personal operativo suele estar más expuesto a violencia psicológica, falta de control sobre su trabajo y condiciones físicas adversas.
Aunque los directivos enfrentan múltiples riesgos, las condiciones laborales más desfavorables se encuentran en la población con menores ingresos, especialmente en empleos informales que carecen incluso de las condiciones legales mínimas. Estas personas enfrentan carencias graves como falta de dinero, acceso a servicios de salud y otras necesidades básicas y el ambiente laboral, consiguientemente, queda relegado como una preocupación secundaria.
Carlo Manca